Si queremos tender un puente de persona a persona –y esto vale también para un puente en el plano del conocimiento y el entendimiento-, entonces no son las cabezas las que deberán hacer de cabeza de puente,…
Sino los corazones.
Es posible que no seamos conscientes, en ocasiones, que renunciamos u olvidamos, la esencia fundamental que da vida, energía, luz, a nuestro ser interno.
El amor…
AM = I AM
(YOSOY)
O = Origen-Orden
R = Respeto-Realización
Peligro de acotarnos en un formato robótico, donde él para adentro, solo llega hasta la capa más superficial. Hemos dotado de significado la existencia como una guerra a lidiar, unos con los otros y, para protegernos mejor, decidimos elegir ser más autómatas, fríos, calculadores, en definitiva más alejados de,… nuestro “SER”.
Seguro que al igual que yo, después de…en alguna ocasión te has tropezado con algún conocido, en un supermercado y has decidido no mirarlo, pasar de largo… -¿por miedo a qué?-
Podemos ver como naturalizamos situaciones tan sencillas como la falta de adaptación a este nuevo mundo, entre otr@s que les cuesta y sufren ante la imposibilidad de transmutar, dejar atrás viejas costumbres, actualizándose sin tener ni idea, como optamos por subirnos de hombros o simplemente girar la mirada.
El “AMOR”, entiende de abrazos, besos, caricias, sonrisas, encuentros familiares, empatía, respeto, realización, pero también es el motor que aviva nuestro YOSOY, que ordena la psiquis. Te permite ver con mayor claridad y ayuda a remitir el dolor.
Ahora propongo la pregunta…
-¿Es el amor, quién domina como tu emoción principal?-
A menudo lo más básico, fácil y sin coste, que podemos regalar, obsequiar a otros y hacia nosotros, resulta lo más complicado ¿no? , incluso me atrevería a decir que nos enrojece la simple palabra «“AMOR”».
-¿Cuánto más felices fuéramos si incorporáramos e integráramos el amor como sostén primordial en nuestras vidas?-
Cito un fragmento de Hermann Hesse en (Obstinación):
Supe que ser amado no es nada, que amar, sin embargo, lo es todo. Y creí ver cada vez más claro que lo que hace valiosa y placentera la existencia es nuestro sentimiento y nuestra sensibilidad. Donde quiera que viese en la tierra algo que pudiera llamarse “FELICIDAD”, ésta se componía de sentimientos. El dinero no era nada, el poder tampoco. Veía a muchos que poseían ambas cosas y eran desdichados. La belleza no era nada; veía a hombres y mujeres bellos, que a pesar de toda su belleza eran desdichados. Tampoco la salud contaba demasiado. Cada cual era tan sano como se sentía; había enfermos que rebosaban de vitalidad hasta poco antes de su fin, y personas sanas que se marchitaban, angustiadas por el temor de sufrir. La dicha, sin embargo, siempre estaba allí donde un hombre tenía sentimientos fuertes y vivía para ellos, sin reprimirlos [….]
Yo lo llamo amor. La dicha es amor y nada más. EL QUE ES CAPAZ DE AMAR ES FELIZ. Todo movimiento de nuestra alma en el que ésta se sienta a sí misma y sienta la vida, es amor. Por tanto es dichoso aquel que ama mucho. Sin embargo, amar y desear no es exactamente lo mismo. El amor es deseo hecho sabiduría; el amor no quiere poseer, sólo quiere amar. Por eso también era feliz el filósofo que mecía en una red de pensamientos su amor al mundo y que lo envolvía una y otra vez con su red amorosa […]
Elegimos en la mayoría de los casos o circunstancias alejarnos del amor que somos, la oscuridad, el opuesto al amor, potencia nuestras emociones más bajas, alimentando la envidia, celos, codicia, ira, cólera (leer: La Ira..), con total facilidad y desparpajo, arremetiendo, reavivándolo contra el colectivo a través de la acción o el verbo, -también hacia nosotros mismos-.
Podemos llegar a ordenar desde el amor.
La mayoría de los conflictos internos obtienen mejores resultados ordenando, desde el amor. Nuestra inconsciencia bloquea la capacidad de percepción y dar sentido aquello que obstaculiza, obstruye nuestros mejores pensamientos y emociones. La forma de mejorar nuestra higiene mental, es aprendiendo a detectar e interviniendo con el amor.
En su etimología, según culturas:
AMOR – (del latín) amōris; am (indoeuropeo) –madre; (los antiguos griegos) Eros, storge, philia, ágape; (arameo) Ahavah.
Contemplemos de qué manera y formas somos reactivos y ante qué, ¿Qué promulga o sustenta la verdad? ¿Podría existir un olvido? ¿Un dejarnos llevar?
A veces o, me atrevería a decir, la mayoría de los casos, analizándolo en lo más profundo, existe ausencia de LUZ=AMOR.
EL AMOR
Acogiéndome a la frase de Jacques Cousteau:
“La gente proyecta aquello que ama”
→ OLIVIA ARMAS
Tú turno; te invito a dejar tu opinión, comentario, aquella experiencia que te recordó el amor….