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Si queremos tender un puente de persona a persona –y esto vale también para un puente en el plano del conocimiento y el entendimiento-, entonces no son las cabezas las que deberán hacer de cabeza de puente,…

Sino los corazones.

Viktor Frankl

 

Es posible que no seamos conscientes, en ocasiones, que renunciamos u olvidamos, la esencia fundamental que da vida, energía, luz, a nuestro ser interno.

El amor…

Constituye la fuerza y energía principal que necesita el ser humano para desarrollarse y evolucionar favorablemente a lo largo de toda su vida. 

AM = I AM

(YOSOY)

O = Origen-Orden

R = Respeto-Realización

Corremos peligro de alejarnos, desde la inconsciencia, en un estado de hibernación dirigida, despistad@s por un dejarme llevar ante una sociedad que demanda confusos placeres o necesidades, que prefiere vetar los cuestionamientos y aceptar, recibir lo que le venga y, si esto me ayuda a no pensar ni discernir, mucho mejor.

Peligro de acotarnos en un formato robótico, donde él para adentro, solo llega hasta la capa más superficial. Hemos dotado de significado la existencia como una guerra a lidiar, unos con los otros y, para protegernos mejor, decidimos elegir ser más autómatas, fríos, calculadores, en definitiva más alejados de,… nuestro “SER”.

La época de la mascarilla ha marcado un antes y un después, reprimiendo expresiones faciales, la dificultad de escuchar u hablar, nos obligó a callar, cuando era posible dialogar unos con otros, obtener encuentros cordiales, saludarnos por la calle, quedó oprimido y con todo ello, al mismo tiempo, se nos impuso evolucionar de manera drástica y sin posibilidad de elección, hacia un mundo más digitalizado, supuestamente -«mejor»-.

Seguro que al igual que yo, después de…en alguna ocasión te has tropezado con algún conocido,  en un supermercado y has decidido no mirarlo, pasar de largo… -¿por miedo a qué?-

Hombres, mujeres, niños, nuestros ancianos, «al unísono», hemos vivido la experiencia de manera mundial.

Podemos ver como naturalizamos situaciones tan sencillas como la falta de adaptación a este nuevo mundo, entre otr@s que les cuesta y sufren ante la imposibilidad de transmutar, dejar atrás viejas costumbres, actualizándose sin tener ni idea, como optamos por subirnos de hombros o simplemente girar la mirada.

El “AMOR”, entiende de abrazos, besos, caricias, sonrisas, encuentros familiares, empatía, respeto, realización, pero también es el motor que aviva nuestro YOSOY, que ordena la psiquis. Te permite ver con mayor claridad y ayuda a remitir el dolor.

En estos últimos años las enfermedades mentales han ido en aumento, -antes ya sumaban un número considerable-, todo este giro obligado, ha pronunciado con más intensidad al que ya lo sufría y ha creado nuevos adeptos, (depresiones, ansiedad, fobias, estrés, agresividad, pánico, esquizofrenia), un condumio de actividad y emociones que sirven como caldo de cultivo ante un medio social con tendencia a la deshumanización y la crisis existencial.

Ahora propongo la pregunta…

-¿Es el amor, quién domina como tu emoción principal?-

A menudo lo más básico, fácil y sin coste, que podemos regalar, obsequiar a otros y hacia nosotros, resulta lo más complicado ¿no? , incluso me atrevería a decir que nos enrojece la simple palabra «“AMOR”».

-¿Cuánto más felices fuéramos si incorporáramos e integráramos el amor como sostén primordial en nuestras vidas?-

Cito un fragmento de Hermann Hesse en (Obstinación):

Supe que ser amado no es nada, que  amar, sin embargo,  lo es todo. Y creí ver cada vez más claro que lo que hace valiosa y placentera la existencia es nuestro sentimiento y nuestra sensibilidad. Donde quiera que viese en la tierra algo que pudiera llamarse FELICIDAD”, ésta se componía de sentimientos. El dinero no era nada, el poder tampoco. Veía a muchos que poseían ambas cosas y eran desdichados. La belleza no era nada; veía a hombres y mujeres bellos,  que a pesar de toda su belleza eran desdichados. Tampoco la salud contaba demasiado. Cada cual era tan sano como se sentía; había enfermos que rebosaban de vitalidad hasta poco antes de su fin, y personas sanas que se marchitaban, angustiadas por el temor de sufrir. La dicha, sin embargo, siempre estaba allí donde un hombre  tenía sentimientos fuertes y vivía para ellos, sin reprimirlos [….]

Yo lo llamo amor. La dicha es amor y nada más. EL QUE ES CAPAZ DE AMAR ES FELIZ. Todo movimiento de nuestra alma en el que ésta se sienta a sí misma y sienta la vida, es amor. Por tanto es dichoso aquel que ama mucho. Sin embargo, amar y desear no es exactamente lo mismo. El amor es deseo hecho sabiduría; el amor no quiere poseer, sólo quiere amar. Por eso también era feliz el filósofo que mecía en una red de pensamientos su amor al mundo y que lo envolvía una y otra vez con su red amorosa […]

 

Elegimos en la mayoría de los casos o circunstancias alejarnos del amor que somos, la oscuridad, el opuesto al amor, potencia nuestras emociones más bajas, alimentando la envidia, celos, codicia, ira, cólera (leer: La Ira..), con total facilidad y desparpajo, arremetiendo, reavivándolo contra el colectivo a través de la acción o el verbo, -también hacia nosotros mismos-.

Influye en nuestra tranquilidad, PAZ INTERIOR.
Lejos del “amor que somos” utilizamos lentes que nos permiten ver el mundo desde la competitividad o de ver al otro como un rival, etiquetar, menospreciar; fomentar enfermedades sociales que arremeten y destruyen, dañar sólo por no estar de acuerdo con nuestros ideales (machismo, homofobia, racismo, etc..).

Podemos llegar a ordenar desde el amor.

Aprenderemos a dar PAZ a nuestra mente desordenada, desconectar mecanismos destructivos y reactivos, operar desde la buena salud emocional.

La mayoría de los conflictos internos obtienen mejores resultados ordenando, desde el amor. Nuestra inconsciencia bloquea la capacidad de percepción y dar sentido aquello que obstaculiza, obstruye nuestros mejores pensamientos y emociones. La forma de mejorar nuestra higiene mental, es aprendiendo a detectar e interviniendo con el amor.

En su etimología, según culturas:

AMOR – (del latín) amōris; am (indoeuropeo) –madre; (los antiguos griegos) Eros, storge, philia, ágape; (arameo) Ahavah.

Amor es el orden de lo que sentimos, dentro de nuestra dualidad y el mundo de lo relativo, quién postula esa sinergia, mantiene como quien dice la paz, -«es el amor»-.
Analicemos aquello que nos incomoda, roba el sueño, nos anima a vivir en una orgía constante de perturbación de nuestros pensamientos, estos inquisitorios, destructivos (Ver: 5 Maneras de Desintoxicación Emocional), desajusta física y psíquicamente.

Contemplemos de qué manera y formas somos reactivos y ante qué, ¿Qué promulga o sustenta la verdad? ¿Podría existir un olvido? ¿Un dejarnos llevar?

A veces o, me atrevería a decir, la mayoría de los casos, analizándolo en lo más profundo, existe ausencia de LUZ=AMOR.

Cabe insistir que sin trabajar o hacer florecer el amor que somos, cualquier tratamiento deja de ser efectivo para nuestra felicidad y la del grupo (ver tambien La Culpa de tu Infelicidad),que los actos de auto-castigo derivan consecuencias que se extrapolan a todos los campos, (trabajo, familia, pareja, relaciones), dan sombría y alimentan otras emociones menos favorables, positivas.
En definitiva para mejorar, ser MÁS FELICES, vivir en mejor sintonía y padecer con menos frecuencia altibajos, runruneos, enfermedades mentales, yo diagnostico la píldora que más sanación tiene….

 EL AMOR 

Acogiéndome a la frase de Jacques Cousteau:

“La gente proyecta aquello que ama”

 

 

→ OLIVIA ARMAS

 

 

 

 

 

Tú turno; te invito a dejar tu opinión, comentario, aquella experiencia que te recordó el amor….

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