Tras entrevistar a diferentes personalidades de las ciencias o el arte, detecta una constante que se repite: Todos coinciden en la plenitud de la realización, estar absortos e inmersos en la actividad. Fluyendo de manera creativa.
Csikszentmihaly lo describe como:
“Una sensación de que las propias habilidades son adecuadas para enfrentarse con los desafíos que se nos presentan, una actividad dirigida hacia unas metas y regulada por normas que, además, nos ofrece unas pistas claras para saber si lo estamos haciendo bien. La concentración es tan intensa que no se puede prestar atención a cosas irrelevantes (…). La conciencia de sí mismo desaparece, y el sentido del tiempo se distorsiona (…). Una especia de realidad alternativa.
¿Podríamos hacer que nuestras vidas confluyeran más a largo plazo en estado de Flow (fluir o flujo)?
Estar inmersos de manera conscientes, no sólo participando sino también en modo observador, enfocados en cada momento, sin dispersarse, hacer de cada ocasión un deleite de sensaciones y percepciones. Adquiriendo el hábito de obtener placer con lo más pueril o sencillo, ya sea una conversación con un amigo, la lectura de un libro, mientras caminamos, vamos en coche o cualquier interacción con otra persona, completamente compenetrados con la tarea o acción.
Cuando nos damos cuenta que estamos bajo el estado de flow, disminuye la alerta (lucha o huída) que el individuo mantiene a diario, se reduce la ansiedad, el estrés, aprendemos a vivir la vida con intensidad y pasión, completamente conscientes de cada situación. Nos mantenemos más serenos y despreocupados.
Fluir intentando mantener el cerebro, mente y cuerpo, perfectamente armonizados, conectados al mundo o al todo. Al concluir en este estado, la vida se torna desde la perspectiva de un niño, abierto a posibilidades infinitas y creativas.
Al contrario de lo que tendemos a suponer, el estado normal de la mente es el caos … cuando nos dejamos solos, sin demandas de atención, el orden básico de la mente se revela … La entropía es el estado normal de conciencia, una condición que es ni útil ni agradable.
(Csikszentmihalyi, 1990, pág.119)
Veces nos aferramos insistentemente a sentimientos, condicionados por circunstancias o experiencias pasadas, proyectando realidades sin deleitar el verdadero placer de estar presentes. Los constantes cambios que hemos experimentado en la última década han provocado que la sociedad occidental excluya de manera inconsciente los hábitos de concentración, restando importancia al foco, apareciendo muy a menudo el tedio o la apatía, (por ejemplo), con múltiples funcionalidades, sin apreciación o disfrute del mismo. Pasando de seres humanos a simples autómatas.
“No aspiren al éxito, cuanto más aspiren a él y más lo conviertan en su objetivo, con mayor probabilidad lo perderán”
Viktor Franl
¿Imagina estar inmersos en cada experiencia?
La mente no deja procesar otra información que no sea la que experimentamos (condicionamientos, creencias, viejos hábitos), dejaríamos atrás el vicio de obtener el móvil en mano, atendiendo a la vez a nuestro interlocutor o concebir ver un programa de televisión mientras trabajamos con el ordenador. La actividad en cuestión adquiere valor por sí misma, completamente involucrados con ella.
Fluir superando el estado normal de la mente, que a diario experimenta el caos y el desorden, la entropía psicológica que referencia a nuestra sociedad.
Flow en la educación, deporte, trabajo, relaciones interpersonales.
Según , Mihaly Csikszentmihalyi, en su libro “Fluir: Una psicología de la felicidad” contempla, que a pesar de que hoy en día tenemos al alcance más procedimientos, recursos y lujos (que en la antigüedad), gozamos de vidas más largas, mayor información y conocimiento científico, las personas acaban sintiéndose a menudo, que han malgastado sus vidas, insatisfechas y sus años han sido en balde, transcurriendo en ansiedad y aburrimiento.
“La conciencia y la emoción están ahí para corregir tu trayectoria; cuando lo que estás haciendo es perfectamente perfecto, no los necesitas”
Csikszentmihalyi, 2002, p. 116
“Ver un mundo en un grano de arena
Y un cielo en una flor silvestre
Sostén el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora. «
William Blake
Drásticamente hemos experimentado un giro en nuestra forma de vida personal, social y colectiva, recomponiendo una estructura que pensamos que era sólida, viéndose tambalear en todos los ámbitos, replanteando nuevos comportamientos. Ahora es el momento de intensificar los valores, potenciar lo humano que somos para alejarnos del nihilismo o el enorme vacío que provoca el caos.
Experimentar “El Flow” nos ayuda ampliar nuestra percepción del Yo, hacia un “Yo más elevado” con otro nivel de consciencia superior, integrado. Autotélico, con mayor conocimiento de las emociones y desarrollo de cualidades. Ayuda a permanecer en el compromiso y admiración por las cosas, significado y valor por las personas, entorno …
→ OLIVIA ARMAS
Referencias y Enlaces:
Csikszentmihalyi, Mihaly. (1990) Flujo: la psicología de la experiencia óptima . Nueva York: Harper & Row.
Entrevista: Eduard Punset a Mihaly Csikszentmihaly
Vídeo Talk Ted (Con subtítulos Español): Flow the secret Happiness Mihaly Csikszentmihaly
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