
En comunión con la vida gozo de la mejor compañía. Llevo a la humanidad en mí, como llevo a la madre Tierra. En cada hoja hay un árbol, hay un bosque; en cada ráfaga de viento, un temporal; en cada gota de agua, un manantial y en cada paso que doy, una tierra que heredar, una vida que gozar.
REFLEXIÓN SOBRE ESTOS MOMENTOS
Momentos de grandes cambios y transiciones, tendremos que sacar recursos de donde antes ni siquiera creíamos que tuviéramos.
El miedo es el denominador común en los rostros y hogares, una humanidad afectada por los acontecimientos.
Un toque de atención a un sistema arcaico y mal establecido.
Momentos de silencio y auto-reflexión impuesta pero necesaria.
Veo en los rostros consternación, desequilibrio, como incluso yo he tenido que experimentar también igualmente. Hemos sufrido un gran golpe a nivel mundial y ahora queda recomponer, comenzar de nuevo de manera diferente e inteligentemente, aprendiendo de lo sucedido, no repitiendo de nuevo los mismos patrones.
Eso nos da que pensar en lo que habíamos tenido hasta ahora y lo poco que hemos aprendido de todo ese abastecimiento, pero aún se puede recuperar y cuidar aún más y mejor lo que tenemos. Me refiero a nuestras relaciones personales, entorno, naturaleza, a ver con otros ojos al ser humano, ser más tolerante, empático, tener más en cuenta a nuestros grandes sabios, los mayores, que han construido todas las comodidades de las que disfrutamos ahora.
Esto sólo es mi observación que no deja de poder ser cuestionada, ya que no hay nada absoluto y depende de la interpretación que cada uno pueda tener de los hechos “Efecto Observador”.
Esta incertidumbre nos está llevando al camino más doloroso y desalentador, decir adiós seres queridos, ver la tragedia puerta por puerta y que nadie está exento de sufrirla, a un futuro próximo sin saber, qué va a pasar ahora.
Somos una generación resistente porque lo llevamos en nuestros genes, tenemos la capacidad de adaptarnos, resiliencia, capacidad de crear como creadores que somos. El miedo desarticula toda iniciativa y no hay mayor temor que pueda tener la mayoría de los seres humanos es a perder el control y la estabilidad de lo que creemos como seguro.
Hemos dejado de ver y sentir en nuestro propio ombligo a experimentarnos como colectivo, “humanidad”.
Ahora cuando volvamos a caminar habrá que trabajar para reconstruir, pero somos más conscientes, más conscientes de nuestra existencia y sistema de vida, ahora hemos vuelto a poner los pies más sujetos en la tierra y sentir como presencia o entidad que aprecia, aún más la vida.
Queda trabajo por delante para esta nueva creación de un nuevo mundo, en nuestras manos está hacerlo mejor porque ya no es factible seguir culpando fuera como si nosotros estuviésemos exentos de responsabilidad, volver al origen pero avanzando hacia adelante y el principal factor para poder conseguirlo es iniciándonos desde dentro, desde nuestro propio hogar, que somos cada uno de nosotros “Yo Soy”.
La raza humana ha experimentado durante siglos diferentes transiciones y ha podido recomponerse, también lo conseguiremos ahora.
Con amor de una CONSCIENCIA más, que Dios te bendiga …
